miércoles, 12 de junio de 2013

El amor es para siempre y siempre es poco para amar


Me despierto y ya no pienso. Y ya ni quiero pensar. Es difícil basar tu vida en esperar. ¿Y que haces tú, cruel destello? Te paseas como alma furiosa por mis pasillos: volcando cuadros al azar, rompiendo lámparas sin parar. ¿Qué hice para merecer tu odio? Dime, ¿qué hice para que ya no quiera despertar?

Moriste. ¿Por qué me has de visitar? Ya te fuiste y me costó de aceptar ¿Por qué volviste? Deja de atormentar a quien en vida quizás pudiste amar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario